Hablar de la compraventa de un inmueble en rentabilidad es mas o menos fácil. Hay factores objetivos para definir si es o no una buena inversión inmobiliaria.
Hablar de uno mismo, al menos para mi, es bastante mas complicado.
Datos objetivos sobre mi
Mi nombre es Jose Manuel Martí, vivo y trabajo en Valencia, y los inmuebles y clientes con los que habitualmente trabajo son a nivel nacional principalmente.
Nací en el 63 y aunque pertenecí al sector inmobiliario durante muchos años, estoy en el campo específico de Inmuebles en Rentabilidad desde el año 2006 aproximadamente. Una época en la que empezaba una crisis que todos tenemos aún fresca. De este tiempo aprendí a buscar oportunidades nuevas y a moverme con el temporal. Ahora trabajo solo. Solo tampoco es la palabra. Mi oficina soy yo, aunque después de tantos años en este sector he aprendido a rodearme de las personas y oficinas que trabajan y piensan laboralmente igual que yo. Solo, no podría llegar a lo que hago, ni disponer de la cartera de inmuebles que puedo ofrecer.
Lo que yo destacaría de mi
Me apasiona este sector
No me refiero al sector inmobiliario, sino al mundo de inmuebles en rentabilidad. Me parece un sector muy dinámico (económicamente hablando) en el que la seguridad la dan los números. No fallan.
En este sector es preciso conocer a fondo al inquilino, también los datos del inmueble por si solo, y una vez conjuntados, establecer precio y futuro puede ser relativamente fácil, si se tiene los medios adecuados para ello.
¿A que medios me refiero?
- Bueno, me refiero a uno de los valores máximos que tengo: La cartera de clientes. Bastantes son recurrentes, algunos puntuales, conocidos y amigos a través de la relación en el tiempo y todos con datos objetivos super importantes sobre el mercado y sus inquilinos.
- Esos mismos años, también me han hecho ir construyendo otro de mis grandes puntales: mi cartera de colaboradores. Pocos y escogidos , todos profesionales. Nada de intermediarios que no conozco a fondo ni personalmente ni en su manera de trabajar , por supuesto absolutamente nada de sobreprecios o comisiones poco claras. Gracias a esta red de profesionales disponemos de una cartera 100% fiable mucho mayor que si trabajáramos solos, y barajamos información privilegiada en las operaciones.
- También me refiero a los históricos que puedo manejar después de muchos años de estar constantemente atento al mercado e ir averiguando precios y características de los inmuebles. De esta manera puedo saber con mayor exactitud qué precio es el adecuado y en base a qué. ¿Está en una buena zona? ¿Tiene algún detrimento? ¿Qué trayectoria tiene esa lugar?
- Y lo mismo sucede con los inquilinos. Mas estables, menos… ¿Qué está ocurriendo actualmente con ellos? A través de los años, he conocido personas cercanas a esos operadores que pueden ofrecer feedback importante sobre en qué punto se encuentran.
Soy totalmente contrario a los sobreprecios
No quiero decir que no esté de acuerdo. Quiero expresar mi rechazo. Los sobreprecios indican falta de transparencia, de legalidad y de abuso de información. Creo que esa manera de trabajar nos perjudica seriamente a aquellos que deseamos hacer de este sector, una profesión confiable y limpia. Y por supuesto, pensando en comprador y vendedor hay un engaño claro hacia ambos, que mina la confianza, amén de los bolsillos.
Me encanta escribir
Lo que quiero decir, es que me fío de los números. También de las letras. Lo que está escrito no lleva a equívocos. Por eso, me encargo de:
- fijar condiciones por escrito y de variarlas cada vez que alguna de ellas (por
insignificantes que sean) cambien. - Resumir para ti las características más reseñables de inmuebles y/o inquilinos. Tendrás a tu disposición la documentación, claro está… pero un resumen facilita las cosas.
- Darte cada uno de los nombres -por escrito- a los que ha ido a parar tu documentación. Cada vez.
Conozco mis límites
Dispongo de clientes recurrentes y otros que realizan operaciones puntuales conmigo.
En ambos casos el encargo que me realizan , sea de venta o de compra, es un trabajo en el que pongo el empeño, la ilusión y los medios necesarios para que llegue a buen fin… y eso se refleja en los resultados.
Me comprometo con aquellos encargos que sé que puedo llevar adelante. En mi casa, la mayoría de veces, menos es más.